29.8.07

Entero

Me acaba de suceder algo que no me pasaba desde la adolescencia: empecé a leer un libro y no paré hasta terminarlo. Apenas hace unas horas mi madre puso en mis manos un ejemplar de "2 de julio" de Carlos Tello Díaz. Lo empecé a leer en el vuelo Paris-Munich y llegué tan cansada que pensé que lo acabaría después. El problema fue que el jetlag se apoderó de mi ser, decidí leer un poco más del libro y me fui de frente. Acabé pasadas las tres de la mañana.

La verdad me emocionó "revivir" esas horas de angustia nacional. Muchas de las entrevistas y momentos mencionados me tocó verlos en la tele, y el resto de los chismes están bastante buenos para complementar el cuadro de ese día. El libro acaba mas o menos a la hora en la que yo me fui a dormir y ahora veo que la mayoría de la gente nos fuimos a la cama con la cabeza igual de confundida, a pesar de que los números a esa hora eran increiblemente consistentes. Hasta ahora no me había quedado claro lo cerca que estaban los conteos rápidos y el PREP a las cuatro de la mañana.

En fin, a ver si ya puedo ri a luchar contra el jetlag, que tiro por viaje me gana los primeros rounds.

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