12.3.09

Crónicas Californianas

La razón por la que estoy de nuevo en Santa Bárbara es que vine a participar en un programa organizado por el KITP (Kavli Institute for Theoretical Physics). En estos programas se brinda espacio y apoyo para que gente que trabaja en un mismo tema se junte por periodos prolongados a discutir/trabajar. Es una oportuidad fantástica para empaparse con detalle de los temas más importantes de mi área de trabajo. También es una oportunidad fantástica para hablar de mi trabajo con calma. Me siento muy afortunada por haber sido invitada a participar.

Me estoy hospedando en una casa particular, en la que la dueña renta tres cuartos para visitantes de la universidad. Queda muy cerca de una parada de camión (cosa más o menos exótica en éste lado del país) y a 10 minutos en bicla (que no tengo). Puedo ir al centro y volver con un solo camión.

Ayer fui al cine a ver The Reader. Aproveché para pasar a comprar unas guias de viaje que necesitaba, y que me salieron 35% más baratas que en Munich. Aproveché también para comer sushi, que no estuvo muy bueno, pero que me premitió hacer migas con el paisano que lo preparó. Es poco común que tenga la oportunidad de pasarme una tarde sola menseando y yendo al cine. De vez en cuando resulta ser una experiencia muy disfrutable. Sospecho que la voy a repetir la semana que viene.

Hoy en la mañana, cuando iba de camino a la parada de camión, veo que se orilla una señora en una camionetita y baja la ventana para decirme algo. Me preguntó en francés que si era huesped de mi casera y que si quería un aventón. Me confundió tanto la elección del idioma, que le conteste en francés que sí, que sí y que gracias. Ya arriba le dije que mi francés era limitado y fue cuando me dijo (ahora en inglés) que sabía que uno de los huespedes era francés y pensó que era yo. Resultó ser una amable quebecoisse y me aclaró que me hubiera dado el aventón aunque le hubiera contestado en inglés. Las cosas que le pasan a uno...

1 comentario:

Julia dijo...

The last time I took the afternoon off to go see a movie by myself was when I was a postdoc at Yale and pregnant with Grace. I was pretty unhappy in that job for various reasons and one afternoon I thought, "Screw it! I can't take any more today!" And then I snuck off to the movie theater.