1.3.09

Oasis

He de confesar que me hice un poco del rogar cuando Payel me sugirió ir al concierto de Oasis, pero cuando me dijo que el boleto costaba 30 euros, me convenció. Nunca compré ninguno de sus discos en la época en la que fueron ídolos de chicos y grandes. Su nuevo disco cayó en mis manos y la neta me pareció bastante decente.

El día del concierto hubo una huelga de transporte público. Trabajé desde la casa y tuve que compartir un taxi con amigos, aparte de caminar un cacho. La banda abridora fue Las Vegas, cuyo sencillo he oido en el radio. No me enloquecen, pero tocaron bien y cumplieron con su parte.

Nos acercamos bastante al escenario en el que resultó ser el lado de Noel. Dada la estatura media de los alemanes, lo acabé viendo a él 80% del tiempo. Considerando que es el alma de la banda, no estuvo nada mal la cosa. A Liam lo vi algo menos, en parte porque estaba bloqueado por un imbecil que decidió desplegar una enorme bandera de futbol inglés, y en parte porque no está ahi una tercera parte del tiempo. Los hermanos actuaron algo menos higaditos que la vez pasada que los había visto (en ACL), hasta hicieron bromas con la gente. Toquen lo que toquen, queda clarísimo que ahi el que la mueve es el hermano mayor. Yo creo que en realidad no se deben de llevar tan mal, porque no sería ningún problema deshacerse de Liam y seguir con la banda. Una vez dicho lo cual, Liam cumple con su parte, colgado del micrófono como siempre.

Me impresionó que ninguno de los dos se quitó la chamarra que traían, y estamos hablando de unos buenos chamarrones en un recinto calurosísimo. Todavía más inexplicable fue que muchos hombres entre el público, donde hacía mucho más calor, tampoco se aflojaron las chamarras de cuero. Debe ser una especie de hermandad masculina incomprensible. Ah, las patillas también son otro elemento de moda colectiva, ¡cuantas patillas!.

En cuanto al setlist, tocaron todas las que se esperaban, y también las que yo quería oir del nuevo disco. Para mi sorpresa, cerraron con un cover en el que rindieron homenaje a la banda que más lo ha inspirado, acabaron con I am the Walrus. En suma, se trata de músicos muy competentes, que han dejado una huella indeleble en la memoria colectiva, y que por alguna razón no puedo aceptar como parte del soundtrack de mi vida. Reconozco su calidad, pero nomás no me llegan. Igual, un buen concierto es un buen concierto, y como tal me alegro de haberlo visto.

2 comentarios:

zacarezahua dijo...

Yo ya medio ebrio eche la lagrimita cantando a todo grito Don´t lool back in anger, hace un par de meses que se presentaron en la arena Monterrey. Creo que han madurado y eso ha hecho que en las ultimas 2 giras hagan mejores conciertos y han dejado las payasadas a un lado....

Acely dijo...

Lo de las chamarras, después de ocho años de amplia investigación antropológica sobre los ingleses, puedo decir que es un asunto de orgullo. Así como no se pondrían un sweater aunque haga mucho frío (si no se lo pusieron a primera hora del día), tampoco se lo quitarían si hiciera mucho calor. Es algo así como decir "A mi el clima me hace los mandados, yo soy macho".